La ciencia: la formación del quiropráctico es universitaria, de 5 a 6 años, y contiene unas 5.500 horas lectivas. Tras obtener el doctorado, el quiropráctico continúa su formación mientras ejerce su profesión, mediante seminarios formativos.
El arte: no hay dos ajustes iguales. Para ser totalmente eficaz y preciso en su aplicación, se ha de tener la habilidad que resulta del estudio profundo y meticuloso de la naturaleza de este.
La filosofía: la quiropráctica no trata enfermedades ni síntomas, es una filosofía vitalista, que se basa en la inteligencia innata del cuerpo de curarse por sí solo y su capacidad de auto recuperación.
martes, 14 de abril de 2009
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