
El arte: no hay dos ajustes iguales. Para ser totalmente eficaz y preciso en su aplicación, se ha de tener la habilidad que resulta del estudio profundo y meticuloso de la naturaleza de este.
La filosofía: la quiropráctica no trata enfermedades ni síntomas, es una filosofía vitalista, que se basa en la inteligencia innata del cuerpo de curarse por sí solo y su capacidad de auto recuperación.